lunes, 21 de noviembre de 2011


Ni frío ni calor. Tinto de verano.  Paseo, lluvia, frío, invierno. Ciudades en llamas, alto, policía. Este coche es como el tuyo pero no. Chocolate mentolado, mi garganta que rasca, que aprieta, me ahogo. ¿Qué es esto que suena? Cerveza fría, vino caliente. No era tan interesante igualmente. Piscina, sol, calor, verano. El sueco se hace el sueco y yo le hablo catalán. Delirium tremens. No hay sitio para el otoño, chupitos gratis. Mis pies están helados. Un poco de cordura, que tengo sueño. 

En Grecia tienen la costumbre de construir pequeños altares allá dónde ha muerto alguien en un accidente de tráfico. Contamos 17 en menos de 5 kilómetros de vuelta a Atenas.

1 comentario:

Pine Apple dijo...

Ser testigos que alguien acaba de descubrir el tinto de verano sin querer y en otoño es una experiencia única;)