lunes, 18 de enero de 2010

Mi disco duro se ha roto... mi vida se desmorona

Merriweather Post Pavilion




No quería despedirme de mi época de exámenes sin acordarme de todos aquellos que todavía les queda un largo enero/febrero de estudio, mientras yo esté paseando por Roma, rollo Crookers, gafas de pasta, bella, espaghetti Western. De hecho, y debido a que hay una canción que me vuelve loco últimamente, he decidido incluir un link de descarga del octavo disco de Animal Collective. A los Animal los conocí por un amigo de tierras extremeñas, de esos a los que no les llega nada menos música. La canción en cuestión, y que sólo por ella merece conservar el disco como uno de los indispensables, es My Girls y es un verdadero temazo. Nada de electroperrismo últimamente, música relajada para compensar la excitación que me produce estudiar.

domingo, 10 de enero de 2010

Y es que uno no puede ponerse a estudiar advertising y pensar que todos los publicistas son gilipollas. No puede cabrearse porqué le piden en su asignatura favorita capacidad de síntesis y el sólo es capaz de reflexionar. No puede pretender tener ideas sin sentar unas bases, que eres un perro, que trabajes holgazán. Uno no puede sacarse una carrera con carita de pena y buenas ideas, que acaba luego viendo que no son tan buenas.

Hoy he decidido que estoy aburrido del nihilismo, o al menos del que practico. Nihilismo de patio de colegio, mirar con desdén lo que ocurre a su alrededor. Ha empezado una nueva década. Una década que pide ser impregnada de valores, de mentes brillantes, de gente que se levante por las mañanas con ideas y no se sienta avergonzados. Una nueva década con nuevos libros de nuevos escritores, nuevas canciones de grupos nuevos, cine, pintura, ese extraño enemigo que vemos ahi llamado 3D que mata el arte para convertir el cine en el espectáculo más antireflexivo. Los cambios están asegurados en todos los ámbitos y el mundo espera una generación de jóvenes que sea crítica, que no se conforme con el pan y circo.

He pasado un largo tiempo siendo un crítico de la sociedad, un anacoreta que mira el espectáculo desde fuera y no le gusta. Creo que es momento de reflexionar y darnos cuenta que formamos parte de ese espectáculo, que el tiempo es nuestro y que debemos hacer algo. Que los nombres de alguno de nuestros compañeros de clase quizá pasen a la historia por ser grandes químicos, pensadores o asesinos en serie. Que el mundo lo construimos nosotros y, aunque la reflexión sea muy inocente, debemos dejar imprenta en él.

Hoy me he aburrido del nihilismo, creo que tengo corazón.

sábado, 9 de enero de 2010

Hay veces...

A día nueve de enero, con los exámenes entrenando nuestra capacidad de síntesis y, a mi parecer, no dejándonos reflexionar lo suficiente, creo que es momento de realizar un pequeño paréntesis y actualizar mi blog. Año nuevo, ¿vida nueva? Lo cierto es que no, me sigue costando estudiar, no he dejado de fumar, ni he adelgazado, tampoco he dado un paso grande en algo que llevo tiempo dándole vueltas... Nada de nada. Pero ni yo ni nadie. La gente deja caer sus buenos propósitos en el olvido con una ligereza apabullante, como bien diría nuestro querido Marzal.

Lo cierto, no obstante, es que este año nuevo es 2010, estrenamos década y eso sí es digno de reseñar. Tras el párrafo anterior, con sus tópicos y antitópicos (que valga la redundancia no son más que tópicos), os propongo, jovenzuelos, que reflexionemos sobre el principio de una década y lo que una década significa. A lo que me refiero es a que una década es un pedazo de historia: los inolvidables 80 (tan de moda ahora, modernas), los sesenta, los noventa y su ruta del bacalao... Las décadas muestran la personalidad de una generación, la de los jóvenes que la integran y a mi parecer, la anterior no ha significad