jueves, 26 de mayo de 2011

Es como en Lazy Lane Painter Jane, no dudaría ni un segundo en afirmar que el momento de éxtasis de esta canción es cuando se pronuncian esas cuatro palabras. No es ella, ni él, es el complemento, la espera y la comunión. Pasa siempre que una melodía va desarrollando a lo largo de la línea de tiempo de tu reproductor, dibujando lo que será el punto álgido del momento que a veces, ni siquiera, eres capaz de sentir como tal. Supongo que la vida es eso, buscar complementos e ir trazando dibujos hasta que encuentres los puntos álgidos que le den sentido a todos esos garabatos.

Y pasa que a veces, ni siquiera, eres capaz de sentir ese punto álgido. Simplemente sabes que debes seguir trazando las líneas en el mismo sentido.

viernes, 13 de mayo de 2011

Y entonces, empecé a escribirte un poema. Y escribí una estrofa y otra y otra hasta que había sangre entre mis dedos. Era el poema más largo del mundo. Tenía sus partes feas y sus partes preciosas, como cualquier ser humano. Su parte pesada y liviana, la asonante y la consonante. Tenía más de mil comas, millones de acentos y algún punto y coma. Tenía su lado bueno y el malo escondido por cuidadas elipsis. Tenía todo lo que espero de nuestra historia. Te tenía en mis brazos antes de empezar a escribirlo.

lunes, 9 de mayo de 2011

Tropical

I'm sprawled in the grasp and the sun is beating me right in the face. I've forgotten my spring allergy and the sunny day and the delightful brise takes me out to a unknown shore in a tropical beach. Tropical, what a beautiful word, tropical. I picture myself eating fresh fruit and swimming. My mind is naked. Tropical, what a beautiful word.

Estaciones de paso, Andenes perdidos



Retratos del paso del tiempo



Estaciones de paso, andenes perdidos. La velocidad de los trenes se confunde con los andenes olvidados del litoral Valenciano. Sólo la violencia de las máquinas y el estridente sonido del silbato del tren te recuerdan que el mundo sigue en movimiento. El futuro se encuentra aquí con el Pasado. El movimiento de la sociedad postmoderna que, con prisa avanza de un lado a otro sin rumbo aparente, descubre en estos viejos andenes la decadencia de un mundo que en otro tiempo les perteneció. El óxido de las viejas máquinas pone el color a un pasado latente.

Como viajeros no vemos nada. El escenario transcurre como en una película sin argumento, vacía y llena de publicidad. No obstante, las historias florecen con  poner los pies en el suelo. La señora que apura su cigarrillo antes de subir al tren o el mendigo que se esconde el mundo en un vagón abandonado. La melancolía es la banda sonora de estas estaciones. El avance de la sociedad ha propiciado el abandono de estos entornos rodeados de antiguas glorias industriales. Cristales rotos y graffittis ponen en manifiesto la decadencia de una sociedad que se apresura.
Los aeropuertos, en contra, son centros de vivo movimiento. Las largas distancias se convierten en un mero trámite, los hombres con traje que se mueven acelerados hacia las pertas de embarque. Si los aeropuertos son la imagen de la sciedad actual, estos andenes son el resquicio de un pasado perdido. Con sus historias perdidas. 
En borriana todavía avisan del próximo tren. La genérica voz de la megafonía suena a antiguo, como un viejo vinilo, como si el próximo tren fuese el último que pudieras coger. 


(Este trabajo lo hicimos Sergio, Miquel y yo cuando todavía, más que una carrera, empzábamos una aventura)

domingo, 1 de mayo de 2011

Ells se dibuixaven sa ruta a una zona tosca i difícil,
homes que se feien preguntes.