sábado, 9 de enero de 2010

Hay veces...

A día nueve de enero, con los exámenes entrenando nuestra capacidad de síntesis y, a mi parecer, no dejándonos reflexionar lo suficiente, creo que es momento de realizar un pequeño paréntesis y actualizar mi blog. Año nuevo, ¿vida nueva? Lo cierto es que no, me sigue costando estudiar, no he dejado de fumar, ni he adelgazado, tampoco he dado un paso grande en algo que llevo tiempo dándole vueltas... Nada de nada. Pero ni yo ni nadie. La gente deja caer sus buenos propósitos en el olvido con una ligereza apabullante, como bien diría nuestro querido Marzal.

Lo cierto, no obstante, es que este año nuevo es 2010, estrenamos década y eso sí es digno de reseñar. Tras el párrafo anterior, con sus tópicos y antitópicos (que valga la redundancia no son más que tópicos), os propongo, jovenzuelos, que reflexionemos sobre el principio de una década y lo que una década significa. A lo que me refiero es a que una década es un pedazo de historia: los inolvidables 80 (tan de moda ahora, modernas), los sesenta, los noventa y su ruta del bacalao... Las décadas muestran la personalidad de una generación, la de los jóvenes que la integran y a mi parecer, la anterior no ha significad

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